martes, 30 de noviembre de 2021

CEFEO

CONSTELACIÓN DEL NORTE, REY DE ETIOPÍA. 







La constelación se localiza muy próxima al Polo Norte. Su estrella más brillante es la Delta Cephei , 5000 veces más luminosa que el Sol y está a 1300 años luz de la Tierra .

En el orden de las constelaciones,  ocupa el cuarto lugar

.El Círculo Ártico ocupa desde los pies hasta su pecho,  el resto de su cuerpo hasta el extremo de su cabeza corresponde en parte al Círculo Ártico y en parte a la zona del trópico de verano.

Posee dos estrellas brillantes sobre la cabeza , una en cada hombro, una sobre cada mano,  una poco brillante sobre cada codo, tres en la cintura oblicuas sobre la mitad del vientre,  una en el costado derecho,  dos en la rodilla,  una en la punta del pie y cuatro encima del pie; suman un total de 19 estrellas. Eratóstenes en Catasterismos.

Según Eurípides,  Cefeo era hijo de Fénix, el rey de los etíopes y era padre de Andrómeda, que fue expuesta a un monstruo marino por su padre.  Perseo la salvó y se la llevó como esposa a Argos,  así pues,  para que toda la familia permaneciera unida,  los antepasados incluyeron a Cefeo entre las constelaciones.  Andrómeda abandonó su patria y se fue con Perseo.  Cefeo expuso a su propia hija ante un monstruo marino porque el Dios del oráculo egipcio Amón, profetizó que sólo podrían calmar al monstruo enviado por Poseidón (padre de las Nereidas) si sacrificaba a su hija Andrómeda. 


LA CONSTELACIÓN DE ARGOS NAVI

LA ESTRELLA MÁS BRILLANTE ES CANOPUS. 






La diosa Atenea elevó al firmamento esta constelación por haber sido la primera nave que se construyó; la nave poseía voz profética y fue la primera que surcó el mar hasta entonces impenetrable.

 Así quedaba como testimonio imperecedero para las generaciones futuras. Sin embargo, en el firmamento no aparece la figura de la nave completa, sino sólo desde el timón al mástil, además de los remos.

Así, los marineros se sienten confortados en sus faenas y su fama permanece inmarcesible entre los dioses.




Lleva cuatro estrellas en la zona de popa, sobre un solo remo hay otras cinco estrellas, y cuatro más en otro,  tres en el extremo del mástil, cinco sobre el puente,  seis debajo de la quilla, muy apretadas entre sí. Suman un total de veintisiete.

Mide 1884 grados, antes de que Lacaille la dividiera en Quilla, Popa y Vela. Ptolomeo la cita entera.

Se la encuentra en el hemisferio Sur celeste, bajo Sirio y Proción, siendo imposible de divisar en latitudes medias del hemisferio Norte.

Su estrella más brillante es Canopus.


viernes, 26 de noviembre de 2021

EL VIAJE DE JASON Y LOS ARGONAUTAS

LA NAVE DE ARGOS 




Nave prodigiosa cuyo espolón estaba fabricado con madera de la encina profética del santuario de Dodona y daba aviso a su timonel de los peligros de la navegación. El héroe Jasón enroló en ella a cincuenta héroes que le acompañaron a rescatar el vellocino de oro.

Jasón requirió la ayuda de Argos, hijo de Frixo, quien, adiestrado por Atenea, construyó una nave de cincuenta remos llamada Argo como él. Atenea puso en la proa un madero dotado de voz, procedente de la encina de Dodona. Cuando estuvo construida la nave, Jasón consultó el oráculo y el dios le permitió convocar a los nobles de la Hélade y hacerse a la mar. Algunos de ellos: Orfeo, hijo de Eagro; Zetes y Calais, hijos de Bóreas; Cástor y Pólux. hijos de Zeus; Telamón y Peleo, hijos de Éaco; Heracles, hijo de Zeus; Teseo, hijo de Egeo, etc.

Éstos, con Jasón se hicieron a la mar y arribaron a Lemnos. Entonces Lemnos no tenía hombres y de Lemnos su reina era Hipsípila, hija de Toante, por lo siguiente: las lemnias no honraban a Afrodita y ella les infligió una fetidez que impulsó sus maridos a tomar cautivas de la cercana Tracia para yacer con ellas. Las lemnias desdeñadas mataron a sus padres y maridos; sólo Hipsípila salvó a su padre Toante escondiéndolo. Cuando los Argonautas llegaron a Lemnos, entonces en poder de las mujeres, se se unieron con ellas. Hipsípila yació con Jasón.

En Misia, Hilas fue a por agua y fue raptado por las ninfas a causa de su belleza . Polifemo, al oírlo gritar, pensando que unos ladrones lo llevaban, fue en pos de él con la espada desenvainada. Encontrando a Heracles se lo dijo; y mientras ambos buscaban a Hilas la nave zarpó.

Polifemo fundó en Misia la ciudad de Cío  y allí reinó, en tanto que Heracles volvió a Argos.

Desde Misia se dirigieron a la tierra donde reinaba Ámico, rey hijo de Poseidón y de una ninfa bitinia  de los bebrices. Ámico, que era muy fuerte, a los extranjeros que arribaban los forzaba a un pugilato, y de esta manera les daba muerte.

 Al llegar la Argo, desafió al mejor de los tripulantes. Pólux, elegido para luchar, lo mató de un golpe en el codo; los bebrices se lanzaron contra él, pero los más intrépidos, cogiendo las armas, los pusieron en fuga matando a muchos.




El paso de las Simplégades

Liberado de las Harpías, Fineo mostró la ruta a los Argonautas y los previno acerca de las Simplégades,  unas rocas del mar. Éstas eran enormes y al chocar una contra otra por la fuerza del viento obstruían el paso.  Las envolvía una niebla espesa en medio de gran estruendo: ni las aves podían pasar entre ellas. Fineo les dijo que soltaran una paloma entre las rocas y que si la veían cruzar incólume navegaran sin miedo, pero que si perecía, no intentasen pasar.

Oído esto se hicieron a la mar y, al acercarse a las rocas, soltaron una paloma desde proa, y durante el vuelo el choque de las rocas cortó la punta de su cola. Esperando atentos, pues, que las rocas se separaran, con vigorosos golpes de remos y ayudados por Hera lograron pasar, rompiéndose los adornos de popa de la nave.

Desde entonces las Simplégades se fijaron, pues estaba predestinado que,  si una nave conseguía pasar entre ellas, quedarían inmóviles.

Los Argonautas llegaron a la región de los mariandinos, donde los recibió cordialmente el rey Lico . Allí murieron Idmón el adivino, herido por un jabalí, entonces Anceo se encargó de pilotar la nave. Costeando hasta el Termodonte y el Cáucaso, llegaron al río Fasis, que está en la Cólquide. Cuando la nave hubo fondeado, Jasón se presentó a Eetes, a quien le comunicó el encargo de Pelias y le pidió el vellocino de oro.

Eetes prometió entregárselo si era capaz de uncir él solo los toros de pezuñas broncíneas; eran dos toros salvajes, de enorme tamaño, obsequio de Hefesto, que Eetes poseía; estaban provistos de pezuñas de bronce y arrojaban fuego por la boca. Le dijo que los unciera y sembrara dientes de dragón, pues tenía, recibidos de Atenea, otros tantos como los que Cadmo había sembrado en Tebas . Mientras Jasón cavilaba cómo uncir los toros,

Medea se enamoró de él; era una hechicera, hija de Eetes y de la oceánide Idía. Temiendo que los toros destrozaran a Jasón, prometió, sin conocimiento de su padre, ayudarle a ungirlos y conseguir el vellocino si juraba tomarla por esposa y llevarla en su viaje a la Hélade.

 Jasón consintió y ella le proporcionó una droga, diciéndole que untara con ella el escudo, la lanza y su cuerpo cuando se dispusiera a uncir los toros, pues le aseguró que, untado con ella, durante un día ni el fuego ni el hierro podrían hacerle daño; le advirtió que una vez sembrados los dientes surgirían de la tierra hombres armados contra él, y le aconsejó que, viéndolos agrupados, desde lejos arrojara piedras en medio, y que, mientras, por ello combatieran entre sí, los matara .

Jasón, tras oír esto, untado con la droga llegó al bosque sagrado del templo, buscó a los toros y, aunque lo envolvieron en llamas, los unció. Cuando hubo sembrado los dientes, brotaron de la tierra hombres armados; donde vio muchos juntos, sin ser notado, arrojó piedras, y mientras luchaban unos contra otros, se acercó y los mató . A pesar de haber uncido los toros, Eetes no quiso entregarle el vellocino, sino que pretendía quemar la Argo y dar muerte a sus tripulantes.

 Pero Medea, adelantándose, condujo a Jasón por la noche a donde estaba la piel, y, tras adormecer con una droga al dragón que la guardaba, se apoderó de ella y se dirigió a la Argo con Jasón, llevando también a su hermano; y con ellos a bordo, los Argonautas zarparon durante la noche.




Eetes, ante la audacia de Medea, intentó alcanzar la nave. Medea, al verlo cerca, asesinó a su hermano y despedazado lo arrojó al mar. Eetes se retrasó en la persecución por recoger los pedazos del niño; entonces emprendió el regreso y enterró los miembros rescatados en un lugar que denominó Tomos.

 Envió a gran número de colcos en busca de la Argo, amenazándolos con aplicarles el castigo destinado a Medea si volvían sin ella; así se dispersaron y buscaron por distintos lugares.

Cuando los Argonautas navegaban frente al río Erídano, Zeus, irritado por el asesinato de Apsirto, les envió una violenta tempestad que los desvió de la ruta. Al pasar junto a las islas Apsírtides, la nave dijo que no cesaría la cólera de Zeus hasta que no llegaran a Ausonia y fueran purificados de su crimen por Circe

. Costearon los países de los ligures y los celtas, y, después de atravesar el mar de Cerdeña, bordeando la Tirrenia llegaron a Eea y allí suplicaron a Circe y ella los purificó.

Jasón y Medea.

 Éstos llegaron a Corinto y vivieron felices durante diez años, hasta que en Corinto. Creonte, rey de Corinto, prometió dar a su hija Glauce a Jasón, quien abandonando a Medea se casó con ella. Medea invocó a los dioses por los que Jasón había jurado y, tras reprochar a éste muchas veces su ingratitud, envió a la novia un peplo envenenado que al vestirlo la abrasó con fuego voraz.

Medea mató a Mérmero y Feres, los hijos tenidos con Jasón, y recibiendo de Helios un carro con dragones alados huyó en él y llegó a Atenas.

También se dice que al huir abandonó a los niños aún pequeños, dejándolos como suplicantes en el altar de Hera Acrea ; pero los corintios los arrebataron de allí y los hirieron mortalmente .

 





martes, 23 de noviembre de 2021

JASÓN Y EL VELLOCINO DE ORO.



LA RAZÓN DEL VIAJE A CÓLQUIDA






Después de la muerte del rey Creteo,  Eolio,  Pelias hijo de Poseidón,  se apoderó del trono que pertenecía a su hermanastro, que era el heredero legítimo. Un oráculo le advirtió poco después que le mataría un descendiente de Eolo,  por lo que Pelias dio muerte a todos los eolios prominentes,  a los que se atrevió a atrapar,  con excepción de Esón,  a quien perdonó la vida,  pero que retuvo preso en el Palacio,  obligándole a renunciar a su herencia .

Esón estaba casado con Polimela, quién le dio un hijo llamado Diomedes.

Pelias habría matado al niño sin misericordia, pero Polimela llamó a sus parientas para que llorarán por él como si hubiera nacido muerto y luego lo sacó a ocultas de la ciudad y lo llevó al monte Pelión; allí el centauro Quirón lo crio, como había hecho antes o como lo hizo después, con Asclepio, Aquiles y otros héroes famosos.

Un segundo oráculo advirtió a Pelias que se cuidara de un hombre con una sola sandalia. Un día en que se hallaba en la costa del mar con un grupo de príncipes aliados para hacer un sacrificio solemne a Poseidón su mirada se fijó en un joven magnesio alto y de larga cabellera,  vestido con una túnica de cuero muy ajustada y una piel de leopardo. 




¿Por qué perdió la sandalia Diomedes ?

Perdió la sandalia al ayudar a cruzar el río a una vieja que suplicaba que la pasarán a otra orilla . Pero ese joven desconocido se tambaleó bajo el peso,  pues la vieja era nada menos que la diosa Hera disfrazada. Con esta estratagema, Hera estaba dispuesta a castigar a Pelias por no hacerle los sacrificios de costumbre.

Cuando Pelias preguntó al desconocido rudamente: ¿ quién eres y cómo se llama tu padre? el otro contestó que Quirón,  su padre adoptivo,  y le llamaba Jasón , aunque anteriormente le llamaban Diomedes hijo de Esón.

Pelias le miró funestamente y le preguntó: ¿ qué harías si un Oráculo te anunciase que uno de tus conciudadanos estaba destinado a matarte?.

Jasón contestó con las palabras que Hera puso en su boca, sin saberlo,  y le dijo:  lo enviaría a  Cólquide en busca del vellocino del carnero de oro.

Muchos de los parientes de Jasón nunca prosperarían  si su ánima no era conducida a su patria en una nave juntamente con el vellón del carnero de oro. El vellón colgaba de un árbol en el bosque de Ares  Cólquida,  guardado noche y día por un dragón que nunca dormía.

Jasón no podía negarle a Pelias ese servicio y en consecuencia,  envió heraldos a todas las Cortes de Grecia pidiendo voluntarios dispuestos a embarcarse con él. También consiguió que el Tespio Argo le construyera un navío de 50 remos, con madera curada del monte Pelión,  después de lo cual Atenea misma,  puso un mástil oracular en la proa del Argo,  cortado del roble de su padre Zeus en Dodona. 


 

EL PORTAL DE CÁNCER Y HÉRCULES.


HÉRCULES Y LA CIERVA EN LA COLINA






En esta prueba Hércules va a tener que decidir entre las muchas voces cuál de ellas le va a despertar la obediencia de su corazón. Está prueba va a ser de gran simplicidad en el exterior y va a despertar en el interior su sabiduría y la rectitud de su poder de elección. 

En el cuarto portal permanecía Hércules y había un profundo silencio. El no pronunció ninguna palabra ni emitió ningún sonido.

Más allá del portal se extendía un paisaje extenso. En el horizonte lejano se levantaba un templo el del dios Sol. Sobre una colina cercana estaba parado un cervatillo.

Hércules escuchó una voz que salía del brillante círculo de la luna, que es el hogar de Artemisa. Y ella, el hada, le advirtió con estas palabras: “La Cierva es mía,  por lo tanto, no la toques”.

Entonces, surgió Diana,  la Cazadora de los Cielos, la hija del sol. Saltando hacia la cierva con sus pies calzados con sandalias, ella también reclamó la posesión.

"No es así", dijo Artemisa, la más hermosa doncella: "La cierva es mía y mía debe permanecer. Demasiado joven hasta hoy, ahora puede ser útil. La cierva de astas de oro es mía, no tuya, y mía permanecerá".

Hércules de pie entre los pilares del Portal, escuchó y oyó la querella y mucho se asombraba mientras las dos doncellas disputaban por la posesión de la cierva.

Otra voz llegó a su oído, y con dominante acento dijo: "La cierva no pertenece a ninguna doncella, ¡oh, Hércules!, sino al Dios cuyo santuario tú ves en aquel monte distante. Ve y rescátala,  llévala a la seguridad del santuario y déjala allí.




Las dos seguían los movimientos de la Cierva y los movimientos de Hércules persiguiendo a la Cierva de un punto a otro Y cada una de ellas con sutileza le engañaba. Y así hicieron una y otra vez.

Durante un año la siguió de lugar en lugar, hasta que llegó a un tranquilo estanque donde, cansada de su carrera,  la encontró durmiendo sobre la hierba .

Con paso silencioso, extendida mano y ojo inmutable, él disparó una flecha hacia la gama y la hirió en su pata. Estimulando toda la voluntad de la que estaba poseído, se acercó más, y no obstante, la cierva no se movió. Así se adelantó más cerca, y ciñó a la cierva en

sus brazos, cerca de su corazón. Y Artemisa y la bella Diana eran espectadoras.

Artemisa y Diana reclamaron la posesión de la cierva, Hércules también la reclamó como suya , entonces, el Dios Sol dijo: “Todos los hombres son míos. La gama es asimismo mía, no vuestra. No del hombre, sino mía".

Entonces Hércules cargó la gama hasta el sagrado santuario de Micenas llevándola hasta el centro del lugar sagrado y allí la dejó. Y Hércules, volviendo de la prueba, pasó nuevamente a través del Portal y encontró su camino, de regreso al Maestro de su vida.

Hércules desde el portal,  vio al cervatillo en la colina parado y  dijo entonces ¿es que no he ejecutado bien la prueba maestro?




  Entonces dijo el Maestro al hijo del hombre que es un hijo de Dios: "El cuarto trabajo ha terminado, y por la naturaleza de la prueba y por la naturaleza de la gama, la búsqueda debe ser frecuente. No olvides esto, sino que reflexiona acerca de la lección aprendida".

La palabra "cierva" viene de una antigua palabra gótica que significa "el que debe ser capturado", en otras palabras, lo que es elusivo y difícil de aprisionar. Esa gama era sagrada para Artemisa, la diosa de la luna; pero Diana, la cazadora de los cielos, la hija del sol, también la pretendía y hubo una querella sobre la pertenencia. Hércules aceptó el encargo de Euristeo y se equipó para capturar la dócil cierva.

Conectadas con el signo de Cáncer hay tres constelaciones: la Osa Mayor, la Osa Menor y Argos.

domingo, 21 de noviembre de 2021

LAS PLÉYADES



LAS PALOMAS DE AFRODITA 







En la mitología griega, las Pléyades eran las siete hijas del titán Atlas y la ninfa marina Pléyone, nacidas en el monte Cilene. Son hermanas de Hiante y las Híades y, en algunas versiones, también de Calipso y de las Hespérides. Los mitos sobre los catasterismos nos dicen que las Pléyades eran ninfas en el cortejo de Artemisa, compartían la afición por la caza de ésta, y como ella,  intentaban mantener su virginidad. No obstante, ya desde la poesía más antigua, se considera a las Pléyades como las progenitoras de muchas estirpes de la mitología griega.

Las Pléyades debieron haber tenido considerables encantos, pues varios de los más importantes dioses olímpicos, mantuvieron relaciones con ellas. Fruto de estas relaciones fueron:

      Maya, la mayor de las siete Pléyades, fue madre de Hermes con Zeus;

      Celeno fue madre de Lico, Nicteo y Eufemo con Poseidón;

      Alcione fue madre de Hirieo, Hiperénor y Etusa con Poseidón;

      Electra fue madre de Dárdano y Yasión con Zeus;

      Estérope fue madre de Enómao con Ares

      Táigete fue madre de Lacedemón con Zeus.

      Mérope fue la única de las Pléyades que no mantuvo relaciones con los dioses, pero se desposó en cambio con el Eólida Sísifo, naciendo de esta desigual unión Glauco.

Maya le da su nombre al mes de mayo. Con Zeus tuvo a Hermes, el mensajero, llamado Mercurio en la mitología romana. Esta estrella desprende 660 veces más energía que el sol y es una de las estrellas que despiden manganeso y mercurio, curiosamente, el nombre de su hijo.

Alcione es 1400 veces más brillante que nuestro sol. En realidad es una estrella múltiple, formada por otras cuatro. Alcíone se casó con Poseidón, el dios del mar.

Electra significa ámbar en griego. Tales de Mileto descubrió la electricidad estática en el siglo VII a.C. al frotar un trozo de ámbar y acercarlo a unas pajas. Por esta pléyade la electricidad se llama electricidad. Zeus, un gran aficionado a las hermanas, tuvo varios hijos con ella, entre ellos Harmonía.

Celeno también tuvo hijos con Poseidón y además con Prometeo, el hermano de su padre. Esta estrella tiene un tamaño tres veces mayor que nuestro sol.

Asterope está formada por dos estrellas. Fue esposa de Ares.

Taigete significa cuello largo y fue adorada por los espartanos por ser la madre del fundador de la ciudad de Esparta, Lacedemón. El padre, cómo no, fue Zeus, del que Taigete huía. Artemisa para ayudarla la convirtió en ciervo, pero no sirvió de nada.

Mérope fue la única que se unió a un mortal, Sísifo, con quien tuvo a Glauco, el padre de Belerofonte que luego domaría a Pegaso y mató a la quimera. Esta estrella tiene una velocidad de rotación muy rápida, completa su giro sobre sí misma en tan sólo 18 horas. Nuestro sol, por ejemplo, tarda 30 días en completar el suyo.





Tras ser Atlas obligado a cargar sobre sus hombros con el mundo, Orión persiguió durante cinco años a las Pléyades, y Zeus terminó por transformarlas primero en palomas y luego en estrellas.

Se dice que la constelación de Orión sigue persiguiéndolas por el cielo nocturno. Según otras versiones de la historia, las siete hermanas se suicidaron porque estaban tristísimas por la suerte que había corrido su padre, Atlas, o bien por la pérdida de sus hermanas, las Híades, o bien de su hermano Hiante. Tras esto, Zeus las inmortalizarÍa subiéndolas al cielo. Algunos astrólogos les dieron el nombre de «Cola de toro» y también se las llamaba «Vergilias», porque aparecían después de primavera.

Las Pléyades están representando justamente los cuatro delanteros del toro. Ahora bien, en esculturas egipcias, o pinturas, Las Pléyades son a veces representadas por la figura de una paloma con las alas extendidas sobre el dorso del toro. La paloma, como lo recordamos, es el pájaro consagrado a Venus, y como Las Pléyades son parte de la constelación de Tauro y, como veremos, más taurinas en naturaleza, si es posible, que el mismo Tauro, la paloma llega a ser un símbolo especialmente apropiado para este pequeño grupo de estrellas.

En el cúmulo abierto de las Pléyades solo seis de las estrellas brillan intensamente. La séptima, Merope, lo hace débilmente o es totalmente invisible, o lleva el cabello suelto como un cometa, porque está eternamente avergonzada de haber mantenido relaciones con un mortal, Sísifo. Otra tradición dice que la estrella que no brilla es Electra, en señal de luto tras la caída y el saqueo de Troya, ya que sus reyes eran descendientes de su hijo Dárdano. 

Todas las culturas antiguas tienen historias y leyendas acerca de estas estrellas. Su desaparición en el cielo de mayo hasta su aparición en el cielo otoñal marcaban la época de las cosechas y la época de navegación.

Los indios navajo las conocieron por el nombre de los Niños del Pedernal. En la biblia, en el libro de Job, se las menciona varias veces. Según el catálogo de 1758 de Charles Messier, las Pléyades están registradas bajo el nombre mucho menos legendario y más racional de Messier 45. 

HESÍODO: Trabajos y días:

“Y si el anhelo te lleva a navegar en mares tormentosos,

cuando las Pléyades huyan del poderoso Orión

y se hundan en las brumosas profundidades

y todos los borrascosos vientos rujan,

no sigas entonces con tu barco en el oscuro mar

sino, como te pido, recuerda trabajar en tierra”.

Citar las palabras de Job cuando dijo: "No puedes impedir la dulce influencia de Las Pléyades o soltar el lazo de Orión", así se vuelven claras. Las Pléyades son el símbolo del alma alrededor de la cual gira la rueda de la vida.

 

 





jueves, 18 de noviembre de 2021

LA CONSTELACIÓN DE LA LIEBRE (LEPUS).

 


EL TRONO DE ORIÓN Y LA BARCA DE OSIRIS






Lepus es la constelación nº 51 en tamaño. Ocupa un área de 290 grados cuadrados. La localizamos en el hemisferio sur, entre 10 y 27 grados al sur del ecuador.
Lepus era una de las 48 constelaciones de Ptolomeo y una de las 88 modernas. Pertenece a la familia de las constelaciones de Orión, junto al Canis Major, Canis Minor y Monoceros.
Lepus se encuentra debajo de los pies de Orión.




El can mayor seguía de cerca a la liebre en una persecución eterna. No está asociado con ningún mito. Según Higinio, filósofo ateniense, se trataba de una liebre que huía del perro que acompañaba a Orión.

Eratóstenes, director de la Biblioteca de Alejandría y astrónomo del año 250 a. C. nos cuenta que Lepus es la liebre de Hermes, el dios mensajero provisto de alas en sus pies, representado por el planeta Mercurio; la Liebre fue colocada en el cielo por este dios como símbolo por su velocidad escurridiza, atributo común de los dos.

 


Esta Constelación está relacionada con la Constelación de Géminis, uno de los portales que debe atravesar Hércules para conseguir la tarea que le encomienda su Maestro.

Los astrónomos egipcios la consideraban la Barca de Osiris, debido también a la proximidad del Erídano, que simbolizaba el río Nilo.

Entre los árabes ha sido conocida como El Trono de Orión, por el cuadrilátero formado por las estrellas Arneb, Nihal, Gamma y Delta Leporis. También ha sido conocida como al- Nihal ( los camellos sacian su sed), por la cercanía al Erídano, constelación del sur.

Alpha Leporis, la estrella más brillante de esta constelación, tiene el nombre de Arneb, que significa la liebre, en árabe.

Arneb tiene una masa aproximadamente 14 veces mayor que el sol, 129 veces el radio solar y es 32.000 veces más luminosa.

 

 


miércoles, 17 de noviembre de 2021

HÉRCULES Y EL PORTAL DE GÉMINIS

LAS MANZANAS, LAS HESPÉRIDES, NO RENDIRSE, SER BUENO.




 


El Maestro ordena que cuiden el árbol sagrado. Que Hércules debe desarrollar el poder de buscar sin desmayo, exigirle ahora perseverancia. Ha cumplido bien hasta ahora, en esto va a consistir el trabajo.

Lejos, en una región distante, crecía el árbol sagrado, el árbol de la sabiduría, y en él crecían las manzanas de oro de las Hespérides. Hércules sabía de su existencia y cuando salió la orden de buscarlas buscó al Maestro, preguntándole el camino para ir y encontrar el árbol sagrado y recoger las manzanas.

"No es así, hijo mío”, replicó el Maestro, el camino es largo. Recuerda que el árbol sagrado está bien custodiado. Tres hermosas doncellas aprecian el árbol protegiendo bien su fruto.

Y anduvo por toda la tierra buscando el árbol sagrado, pero no lo encontró. Al principio soñó con un éxito rápido, pero Anteo, la serpiente, le encontró en ese camino y luchó con él, venciéndole en todas las ocasiones.

"Ella custodia el árbol”, dijo Hércules, "esto se me dijo; el árbol debe estar muy cerca de ella, debo acabar con su guardián y así, destruyéndolo, abatir el árbol y coger el fruto". Sin embargo, a pesar de luchar con mucha fuerza, no triunfó.

Luchando nuevamente con todo su poder, asió la serpiente con ambas manos, elevándola en el aire y alejándole del suelo. ¡He aquí la hazaña fue hecha!: Anteo, vencido, dijo: "Yo vengo otra vez con diferente apariencia en el octavo portal.

Entonces, se encontró con Busiris, el gran engañador, hijo de las aguas, pariente cercano de Poseidón. Su trabajo es conducir a los hijos de los hombres al error, a través de palabras de aparente sabiduría.





 

Su fuerza se agotó. Él amó, adoró a Busiris, y aceptó todo lo que éste dijo. Su debilidad crecía día tras día, hasta que llegó un día en que su amado maestro le amarró a un altar y lo mantuvo atado durante un año.

Un día, recordó las palabras de Nereo, que le dijo que la fuerza estaba en Él , que tenía un poder y una fuerza que es la herencia de todos los hombres, la fuerza de los hijos de Dios, entonces, rompió sus ataduras, asió al falso maestro y lo ató al altar en su lugar. Siguió con su tarea.




En su camino encontró a Prometeo encadenado a una roca, sufriendo horribles agonías de dolor, causado por los buitres que picoteaban su hígado, matándolo así poco a poco. Él rompió la cadena que le sujetaba y liberó a Prometeo, persiguiendo a los buitres hasta su distante guarida y cuidando del hombre enfermo hasta que se hubo recuperado de sus heridas. Entonces, con mucha pérdida de tiempo, nuevamente comenzó a ponerse en camino.

Siguió hacia las altas montañas del este y en brillante y soleado día, vio el objeto de su búsqueda y apresuró entonces sus pasos. "Ahora tocaré el árbol sagrado", gritó en su alegría, "venceré al dragón que le custodia; veré las hermosas doncellas de grande fama, y cogeré las manzanas".

Pero, nuevamente, fue retenido por sentimiento de profunda pena. Atlas le hacía frente, tambaleante bajo la carga de los mundos sobre su espalda. Su rostro estaba marcado por el sufrimiento; sus miembros curvados por el dolor; sus ojos cerrados por la agonía; él no pedía ayuda; no vio a Hércules sino que permaneció encorvado por el dolor, por el peso de los mundos. Hércules, temblando, observó y estimó la medida de la carga y el dolor. Olvidó su búsqueda. El árbol sagrado y las manzanas desaparecieron de su mente; solo buscó ayuda al gigante, y eso sin tardanza; se arrojó hacia adelante y ansiosamente quitó la carga de los hombros de su hermano levantándola sobre su propia espalda, echándose a los hombros la carga de los mundos. Cerró sus ojos, asegurándose con esfuerzo, y ¡he aquí! la carga rodó, y él se halló libre, y también Atlas.



Delante de él estaba parado el gigante y en su mano sostenía las manzanas de oro, ofreciéndolas, con amor, a Hércules. La búsqueda había terminado.

Las tres hermanas sostenían aún más manzanas de oro, y lo instaban también a recibirlas en sus manos, y Eglé, esa hermosa doncella que es la gloria del sol poniente, le dijo, poniendo una manzana en su mano, "El Camino hacia nosotras está siempre marcado por el servicio. Actos de amor son hitos en el Camino".

Entonces se paró ante el Maestro y rindió debida cuenta de todo lo que había acontecido. El Maestro le expresó su regocijo y luego, señalando con el dedo, indicó el cuarto Portal y le dijo: "Pasa a través de ese Portal. Captura la gama y entra una vez más en el Lugar Sagrado".

En China se habla de Cástor y Pólux, que son las estrellas de la Constelación de Géminis, como de los dos "dioses de la puerta", mostrando el tremendo poder que el dios de la materia puede asumir, y también la potencia de la divinidad.

Las tres constelaciones que se encuentran en conexión con el signo son Lepus, la liebre, el Can Mayor y el Can Menor, y en su interrelación y su asociación de éstas con Hércules, el aspirante, la historia completa del ser humano, estaba de nuevo notablemente descrita.