QUIÉN ES PROMETEO? SU VÍNCULO CON EL FUEGO.
Cuenta la leyenda que Prometeo era uno de los siete Titanes.
Atlante, el mayor de sus hermanos, conocía todas las profundidades del mar; gobernaba en un reino que se llamaba Atlántida, mayor que Africa y Asia juntas y se hallaba más allá de las columnas de Heracles. Él y sus hermanos eran virtuosos y llevaban bien su gran riqueza en oro y plata, pero la codicia y la crueldad se apoderaron de ellos y con el permiso de Zeus, los atenienses los vencieron destruyendo su poder. Los dioses enviaron un diluvio que sumergió a la Atlántida. Atlante y Menecio se salvaron, uniéndose a Crono y a los Titanes en su guerra contra los dioses olímpicos. Zeus mató a Menecio con un rayo y lo envió al Tártaro, pero perdonó a Atlante, a quien condenó a soportar el Cielo sobre sus espaldas durante toda la eternidad.
Prometeo, su hermano, con buen juicio, prefirió luchar al lado de Zeus. Cuentan que era el más sabio de ellos y que Atenea, con la que siempre mantuvo una buena relación, le enseñó la Arquitectura, la Astronomía, las Matemáticas, la Navegación, la Medicina, la Metalurgia y otras arte útiles, que él transmitió a la humanidad.
Zeus no estaba dispuesto a aceptar a la raza humana, quería que desapareciese y la perdona por las continuas peticiones de Prometeo, que no quería su extinción. Un día, en un sacrificio de un toro, se discutió sobre qué partes del mismo debían ofrecerse a los dioses y qué partes del toro se entregarían a los humanos.
Prometeo preparó dos sacos que contenían al toro descuartizado. Un saco contenía toda la carne oculta bajo el estómago para que no fuese apetecible y el otro contenía los huesos envueltos en una capa de grasa. Le dijo a Zeus que eligiera uno de los dos y bajo el engaño, Zeus eligió el de los huesos. Zeus, enfurecido por haber sido engañado, condenó a los hombres a vivir sin fuego.
Prometeo, con la ayuda de Atenea, entró en el Olimpo y con una rama seca se dirigió al Carro del Sol y a escondidas, prendió la rama con el fuego, entregándolo a los humanos. El fuego es necesario para la preparación de los alimentos y para la evolución y desarrollo espiritual, es por ello que Zeus se lo deniega; ya que temía que la humanidad se hiciera poderosa y actuara contra él.
Prometeo, aportando a la tierra el fuego divino dotó a los hombres de razón y entendimiento. Seres con inteligencia y conciencia. En todas las leyendas religiosas, los dioses quieren castigar a los hombres por su afán de sabiduría.
Zeus, al ver las fogatas en la tierra, y mucho más enfurecido, ordenó encadenar a Prometeo a una columna de las montañas del Cáucaso, donde un buitre ó un aguila le desgarraba el higado durante el día, reconstituyéndose por la noche, y así, día tras día, año, tras año. La tortura no cesaba, dada la inmortalidad de Prometeo. Es el gran bienhechor de la humanidad, a la cual elevó a la civilización. Prometeo roba el fuego divino para permitirnos proceder con conciencia y caminar por la senda de la espiritualidad para poder transformarnos en animales perfectos y dioses en potencia.
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