miércoles, 17 de septiembre de 2014

EL AMOR DE HADES

TESEO SE ADENTRA EN SU REINO PARA SECUESTRAR A PERSÉFONE.




Perséfone fue el gran amor de Hades. Tambien se le conoce como Proserpina. Ya hemos narrado el rapto de Perséfone y lo que supuso para la Tierra el que su madre, Démeter, quisiera recuperar a su hija, y lo consigue, aunque parcialmente. Es un relato que justifica el duro invierno y lo que padecemos cuando Perséfone se encuentra en el Inframundo junto al dios Hades, su esposo.

Cuentan que en dos ocasiones le fue infiel. Sólo visitaba el mundo de los vivos cuando su naturaleza pasional y encendida no era correspondida por parte de Perséfone ,ya que ésta estaba muy unida a Hécate, la anciana.

Hades, en una ocasión visitaba a la ninfa Mente, unida al río Cocito y tuvo una aventura con ella. Perséfone, cuando se enteró, muerta de celos, la pisoteó hasta desintegrarla.  Hades, la  convirtió en la planta de la Menta.

Otra de las pasiones de Hades fue la ninfa Leuce, hija de Océano, que la consiguió mediante la violación. A su muerte, la metamorfoseó en un álamo blanco y la llevó a los Campos Elíseos. Otros cuentan que fue Perséfone, cuando se encontraba en el lago de la Memoria, es más, este árbol está dedicado a Perséfone.



Teseo y Pirítoo

Se cuenta que Pirítoo había escuchado hablar de las proezas de Teseo y quiso conocerlo. Para ello se dedicó a robar los rebaños que poseía Teseo, para llamar su atención.

Los dos se encontraron y quedaron mutuamente seducidos por su belleza. Espontáneamente, cuando ya parecía que iban a trabarse en una lucha a muerte por la ofensa del robo, Pirítoo ofreció a Teseo un resarcimiento por los animales que le había robado y se declaró su esclavo.

 En Grecia, cuando algún joven quería recibir maestría de algún sabio, se declaraba su esclavo. El amante y el amado de Platón, en su Banquete. Esta era la máxima compensación, si tenemos en cuenta el significado de la pasividad que para ellos había en esta condición. Teseo, entonces, dijo que olvidaría la ofensa pasada.

 Su amistad fue sellada por un juramento, y se dedicaron desde entonces a realizar juntos todas sus hazañas. Habían jurado darse mutuamente como esposa a una hija de Zeus. Entonces Pirítoo acompañó a Teseo a secuestrar a Helena, que entonces tenía diez años ; la dejaron a cargo de la madre de Piritoo y Teseo , aunque a regañadientes, se vio obligado a cumplir el juramento, yendo al Hades a raptar a Perséfone.

Luego penetraron en el Hades. El soberano fingió recibirlos favorablemente y con mucha hospitalidad, los invitó a sentarse a su mesa para compartir un banquete. Pero fueron inmovilizados en sus asientos, enroscados por serpientes. No pudieron levantarse, y quedaron prisioneros.

En tanto, en Atenas, Castor y Pólux , los Dióscuros, liberaron a Helena, su hermana, y la devolvieron a su casa.
Allí estuvieron ambos amigos, sentados en el Hades, hasta que un día llegó Herácles , que consiguió liberar a Teseo, pero cuando quiso rescatar a Pirítoo la tierra tembló y Herácles comprendió que los dioses se negaban a soltar al culpable. Así Pirítoo se quedó sentado eternamente en la Silla del Olvido.

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