EL CISNE EN EL NORTE Y CAPRICORNIO AL SUR
Cygnus cubre una zona del cielo muy grande y está comprendida si se observa el gráfico en una zona cuadrada. Se trata de una constelación boreal que cruza el paralelo 40º, observable durante los meses de primavera, verano y parte del otoño en el hemisferio norte y en el austral durante el invierno muy bajo sobre el horizonte.
Además cruza el ecuador de la Vía Láctea por lo que se trata de
una constelación riquísima en estrellas brillantes, cúmulos estelares, estrellas variables y
nebulosas bellísimas, además de aglomeraciones de novae y supernovae.
Se caracteriza por su forma de cruz denominándose a veces, cruz del norte,
destacando su estrella más brillante Deneb, blanca y supergigante, 60.000 veces
mayor que nuestro Sol.
Vista desde la Tierra
la zona de Cygnus corresponde a un brazo espiral externo, en dirección opuesta
al núcleo de la Vía Láctea, que se halla a unos 4.000 años luz de nosotros. Hay
que destacar que el núcleo de la Vía Láctea la tenemos a 30.000 años luz en
dirección a la constelación de Sagittarius. Cygnus culmina durante las noches
de Julio y Agosto en el meridiano o cénit en el hemisferio boreal donde resulta
impresionante observar en noches muy oscuras y alejadas de los centros urbanos
la Vía Láctea o también denominada en la Edad Media en Europa como el Camino de
Santiago, peregrinación cristiana a la ciudad santa de Santiago de Compostela.
Los egipcios fueron los que observaron
un ave en vuelo, según su localización, en épocas estivales y fueron los
griegos los que reconocieron que se trataba de un cisne. Ptolomeo en su “Almagesto”, la consideraba su estrella principal,
a la que él la llamó Alfa-Cygni, pero ya
quedó con el nombre que le dieron los egipcios: Deneb.(Dhaneb).
Los pájaros se encuentran
íntimamente ligados a la tradición hermética, religiosa y mitológica. Zeus
encarnó al águila y al cisne, Horus tenía la cabeza de un halcón y Thoth la del
Ibis. El Espíritu Santo descendió en forma de Paloma durante Pentecostés para
darle a los apóstoles el don de lenguas, siendo representado así en la
iconografía cristiana. Tirersias después de haber sido cegado por la diosa
Atenas, le fue otorgado por la misma Diosa la comprensión del lenguaje de los
pájaros, además de haber sido convertido durante siete años en un Andrógino.
De acuerdo con el Zohar, el
paraíso terrestre fue llamado “nido de pájaros”. En el Corán se habla de los
chortilejos como los depositarios de los Misterios de Salomón. En el Levítico
aparece esa misma ave al lado de otras como el águila, el cuervo, el cisne, y
el pelícano aves poseedoras de un simbolismo alquímico.
Los egipcios consideraron al
lenguaje como un eco sonoro de la energía que suscita en el universo una fuerza
cósmica. El sonido pues era de esencia divina. La escritura que le precedió fue
una simple convención humana.
Gran protagonista de varios
cuentos, mitos, leyendas y relatos, el cisne suele relacionarse con la elegancia, la
blancura, la pureza y la belleza. Ha servido de atributo y montura de varias deidades, ya
sean masculinas o femeninas, e incluso se le ha llegado a considerar Andrógino.
Existen
diferentes mitos griegos que hablan de hombres jóvenes convertidos en cisnes.
Sin embargo, la historia más conocida y destacable es la de Leda, esposa del rey Tíndaro. Leda compartía su
lecho con Zeus, quien había adoptado la forma de un cisne para sus encuentros
amorosos; como consecuencia, Leda gestó dos huevos. Del primero nació Elena de
Troya y del segundo nacieron los Dioscuros ("hijos de dios") Cástor y
Polideuco Pólux. Ambas estrellas de la constelación de Géminis.
Otra de las versiones del mito afirma que Zeus, albergando intenciones poco ejemplares sobre Némesis, la diosa de la venganza y de la justicia , dio en perseguirla adoptando la forma de diversos animales y monstruos. La habilidad para el regateo de la diosa hizo infructuosos los intentos de Zeus para alcanzar su propósito, hasta que, cansada del tira y afloja, se transformó en oca y voló por el aire. Entonces Zeus, ni corto ni perezoso se convirtió en cisne, logrando alcanzarla y de este modo dar satisfacción a sus deseos. De resultas de ello, Némesis puso un huevo del que se deshizo, colocándolo junto a los muslos de Leda.
Otra de las versiones del mito afirma que Zeus, albergando intenciones poco ejemplares sobre Némesis, la diosa de la venganza y de la justicia , dio en perseguirla adoptando la forma de diversos animales y monstruos. La habilidad para el regateo de la diosa hizo infructuosos los intentos de Zeus para alcanzar su propósito, hasta que, cansada del tira y afloja, se transformó en oca y voló por el aire. Entonces Zeus, ni corto ni perezoso se convirtió en cisne, logrando alcanzarla y de este modo dar satisfacción a sus deseos. De resultas de ello, Némesis puso un huevo del que se deshizo, colocándolo junto a los muslos de Leda.
Total, lo cierto es que Zeus, orgulloso de estos hechos,
colocó la imagen del cisne en los cielos, con sus nebulosas, cúmulos y dobles
que ahora nos encanta contemplar. Como curiosidad, en esta constelación se
encuentra una nebulosa planetaria conocida como Nebulosa del Huevo .
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