jueves, 14 de agosto de 2014

CONSTELACIÓN CIRCINUS , EL COMPÁS - LA BRÚJULA.

EL COMPÁS EN EL CIELO, EN EL SUR




Aquí, en la fotografía del mapa estelar, entre Triangulum y Musca, apenas se percibe la pequeña Constelación de Circinus, el Compás o la Brújula. Sus estrellas, apenas visibles se encuentran circumpolando el Polo Sur. En el siglo XVIII, la nombra Nicolás Lacaille. No existe mitología sobre ella, para los antiguos era desconocida por el poco brillo de sus estrellas.
La aguja de la Brújula busca el equilibrio, en Libra, con el otro Polo magnético, el Polo Norte, con su estrella Polaris, en la Osa Menor. Cuando Marte, el planeta de Hierro se encuentra en Libra está en exilio y puede descomponer la Balanza. El Compás o la Brújula es uno de los instrumentos indispensables para la Navegación.




El compás simboliza la razón, lo racional. Es usado para dibujar el círculo. En la Edad Media, el Compás y la Escuadra eran a menudo los emblemas de las Corporaciones de varios oficios. Símbolo de la Geometría Sagrada. Un instrumento de precisión. La perfección del trabajo y la influencia sobre la materia.

Arquímedes en la Escuela de Atenas, de Rafael.

El artista escocés, Eduardo Paolozzi realizó en el año 1995 una escultura para la Biblioteca Británica de Londres basada en Newton de William Blake.

Newton de William Blake



Para Willian Blake, el diseño newtoniano de un universo material y funcional es solamente el espejo de una ingenua visión. Newton se encuentra aquí, en esta pintura, totalmente absorto en el dibujo que realiza con el compás, aislado totalmente de lo que ocurre a su alrededor. Observamos como la naturaleza, la roca se está sedimentando envolviendo y atrapando su cuerpo y el científico no le está prestando atención.

" El que ve el infinito en todas las cosas, ve a Dios. Pero quien no ve más que la razón, solo se ve a si mismo".

La Ciencia, para William Blake, no era santo de su devoción. Solo con Leyes Racionales no se puede entender la Creación. La Ciencia sin la imaginación y la poesía, era para él un poder satánico que intentaba reemplazar a los dioses.
Si analizamos el abandono de esta etapa en el que estamos viviendo, nos hemos cegado con la Ciencia, a los dioses les hemos dado la espalda, los hemos abandonado y nos hemos abandonado a nosotros mismos. Al fin y al cabo, los relatos, las leyendas, son la historia de los hombres, con sus virtudes, con sus defectos.
Unos cuantos se han adueñado de la Ciencia y nos manejan a su antojo. Ellos piensan por nosotros.

El Anciano de los Días, de William Blake, de su poema Europa.

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