jueves, 20 de marzo de 2014

ARIES INICIA LA PRIMAVERA

LA FUERZA INMORTAL





Este es el viaje que el Sol  describe en el cielo, es la lucha que todo ser humano vive en su interior si inicia el camino de ampliar la consciencia, “ su pedazo de sol”. Es el viaje del Héroe Solar como la lucha contra el sueño del hombre dormido, contra el olvido de si o la oscuridad. Como Ulises enfrentado a las pruebas y dificultades que le impone el dios del sueño, Neptuno,  el que reina en las profundidades del mar, podríamos decir el mundo del inconsciente.

En la Primavera, amanece, surge, emerge el guerrero, en Aries. El camino del Sol del Gran Este se basa en la visión de que en este mundo hay una fuente natural de resplandor y brillo, que es esa actitud despierta e innata de los seres humanos.

Los habitantes de Babilonia recitaban el Emmuna Elis, el poema de la creación en la celebración del año nuevo en Primavera. En este poema se narran las hazañas del dios Marduk, en su enfrentamiento con la diosa Tiamat y su triunfo sobre ésta.
En el antiguo Egipto encontramos a Aries en el dios Amón, el que vivifica, el que da ánimo. Era representado por una cabeza de carnero con cuernos en espiral. Alejandro Magno adoptó el símbolo de los cuernos en espiral como un símbolo de empuje guerrero. Son símbolos de la Primavera, de la inminente elevación del Sol-Aries-Eros. Son vórtices o fuerzas que parten del centro del universo, el invisible origen de las cosas.

“El reino de Aries es , sin duda, un signo masculino, guerrero y patriarcal, al que también pertenecen la actividad racional e iluminadora del lado masculino e izquierdo del cerebro. Aunque pueda resultar extraño, algunas de las primitivas divinidades de la guerra eran femeninas. Tenemos el ejemplo de Inanna Ishtar, diosa de la guerra y del amor en el antiguo Summer; y Morrigan en Irlanda". Alice Bailey.

 Los griegos tuvieron su versión en Palas Atenea. Palas Atenea es dueña del Carnero Lanoso. Atenea nace de la cabeza de su padre, Zeus dando un grito de guerra y completamente armada; su aparición estremece al cielo y a la tierra. La cabeza es el lugar del cuerpo adjudicado a Aries. Aunque es una diosa, tiene rasgos viriles muy pronunciados. Es guerrera y belicosa, pero también es la diosa de la razón y la sabiduría, funciones que nosotros ubicamos en la cabeza, lugar de su nacimiento. “ Lo que Atenea muestra al hombre es lo que ella quiere de él. Lo que inspira es, ciertamente, audacia, voluntad de vencer y valentía. Pero todo esto no significa nada sin la prudencia y la claridad que nos da la razón”.



 Una versión mitológica nos cuenta que Hera dio a luz a Ares en venganza por la cólera que le produjo que Zeus, su esposo, diera a luz a Atenea sin la menor intervención femenina. Dicho de otra manera, Ares es hijo de la madre, de su cólera, y Atenea es hija del padre. Ares se dibuja como un demonio de furor sanguíneo, con la seguridad de triunfo,  frente al prudente vigor de una diosa como Atenea.
Atenea ayuda al héroe a enfrentarse y salir airoso de sus duras pruebas, ya que ella es, en realidad, una parte esencial de este guerrero o héroe espiritual.
Quién es ese alma cuya luz logra romper toda esa oscuridad?
Ares personifica la fuerza iniciadora, el coraje, el entusiasmo, el deseo sexual, pero también la impaciencia, la excitabilidad y la ira. Representa la energía masculina, el arquetipo del macho, el amante, el campeón, el guerrero, el pendenciero, el pirata, el lider, el mejor.

Aries gobierna la cabeza. Es por consiguiente, el signo del pensador y, por lo tanto, un poderoso signo mental. El gobernante exotérico de este signo es Marte, el dios de la guerra.


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